Es necesario establecer la diferencia entre cultura e identidad. La cultura es cómo el ser humano se inserta en la naturaleza y se relaciona con ella, aunado a cómo es la manera en que socializan las personas y establecen sus comportamientos.
La cultura juega un papel muy importante en la identidad de los pueblos, les da sentido de pertenencia, les dice de dónde vienen, por qué son como son y qué los diferencia de otros pueblos.
Podría decirse por otra parte, que la identidad lleva el sentido de pertenencia a una cultura con sus rasgos propios.
Es así, que el patrimonio abarca la herencia cultural y natural que el pueblo se preocupa por proteger y transmitir. Por lo tanto el patrimonio es una manifestación con la cual se establece una identificación.
La relación entre patrimonio cultural y la identidad que un pueblo tiene, es realmente estrecha.
La historia de la comunidad como un elemento importante que también desempeña una labor en la protección y transmisión del patrimonio local (que no tiene por qué estar declarado como tal en ningún papel) se asocia al conjunto de las otras comunidades que conforman el patrimonio nacional.
La comunidad constituye un microuniverso con intereses comunes, considerable conocimiento y cierta cohesión social. El patrimonio heredado, sea natural, cultural, territorial, representa un legado que debe ser conservado por la comunidad.
La acción de la comunidad organizada, debe encaminarse a lograr ese rescate del patrimonio heredado. Esa herencia es la que estamos obligados a legar a las futuras generaciones. En el accionar colaborativo de todos los sectores, se encuentra la respuesta a la conservación.
Sin embargo, está claramente señalado que al menos en nuestro país, existe sentada la responsabilidad en las autoridades locales.
Es su obligación conocer, difundir y fortalecer ese patrimonio. Ayudados por grupos organizados, es posible lograr ese objetivo, pues muchas personas conscientes de su compromiso con la cultura, contribuyen desinteresadamente a fortalecer la herencia de nuestras raíces.
En nuestro caso, sin duda es el Ecomuseo de las Minas de Abangares, la institución que refleja y resume las características de identidad de un pueblo que, emergente a inicios del siglo XX, nos muestra como un espejo quiénes somos sus pobladores, descendientes de los primeros grupos que llegaron como inmigrantes desde todos los rincones del Planeta.
Unidos como un todo, somos corresponsables de permitir la consolidación de ese megaproyecto cultural, con la colaboración y compromiso necesarios para que ese Ecomuseo, el primero que se creó en este país, pueda resurgir y convertirse en lo que proclaman sus objetivos: timón y ancla de progreso e identidad.
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