Jesús Watson Saborío, el recordado músico y compositor insigne

Por Elieth Montoya Gamboa. Educadora, escritora, empresaria

Inolvidables años fueron aquellos en que llegó a Las Juntas, el recordado músico y compositor insigne, Jesús Watson Saborío! Jesús desde niño tenía un talento especial para la música, que descubrió Fray Casiano de Madrid. Ese noble Fraile, que dedicó su vida al cuidado de los niños en Puntarenas, supo que aquel morenito de pelo ensortijado, era un artista en ciernes.

Pasaron los años y siendo muy jovencito, ya ayudaba en la Iglesia con la parte musical y ahí le conoció el Padre Morera. Por cosas del destino, ese Cura fue nombrado Párroco en Las Juntas. El Padre también daba clases de Religión en la Escuela Central y ante la ausencia de maestro de música, por el traslado del maestro Carlos Campos, motivó a Jesús para pedir esas clases.

Aunque me contó mi exprofesor Franklin Román, que ya él había traído a Jesús antes, para que conociera el pueblo. Fue así como llegó por segunda vez a
nuestro pueblo. Envidiable voz y disposición para el trabajo artístico, pronto inició el proyecto del Grupo Coral (en la foto en gira por San Ramón), que atesoró voces de maestros, vecinos, alumnos y educadores. Exigente como era, los hacía ensayar cada pieza coral con distintas voces.

El primer concierto fue un éxito y el pueblo, entusiasmado lo apoyó. La pieza Junteñita de su autoría, me la aprendí de tanto escuchar los ensayos en mi casa, porque mi hermano Milton era una de las voces descubiertas por el Maestro. Salieron vecinos de todos los rincones y Jesús Watson adquirió fama y renombre. Ese Coro fue en Gira Cultural hasta Nicaragua. Pero eso se los contaré en otra ocasión.

En la comunidad se había iniciado un grupo de Filarmonía Municipal con la dirección del maestro palmareño Carlos Campos, que luego retomó don Jesús. Siendo niña no puedo olvidar el primer concierto en la entrada del Banco Nacional en su primer edificio (foto). A todos nos encantó y yo disfruté de admirar a mis dos hermanos jovencitos, tocar en aquella Banda, Rodrigo, que en paz descanse y Milton. Muchos viejos músicos como Arturo Solano, Claudio Ugalde, Pineda, German Chavarría y otros más, supieron de su férrea disciplina y aprendieron de sus consejos. Incansable como era, don Jesús de constituyó en el alma musical de las actividaJesús Watson Saborío, el recordado músico y compositor insigne des culturales de la Escuela y cuando había Veladas en el gran salón de Actos, no quedaba nadie en las casas, pues todo el pueblo disfrutaba de aquellas noches repletas de bailes, dramatizaciones, cantos y poesías… Fueron años de gloria para la Escuela…

Después, no sé por qué, don Jesús, alma viajera, se fue a Tilarán. Allá lo doblegó el amor de una muchacha llamada Marita
Jenkins, que se adueñó de su corazón! En todos los terruños donde anduvo, Esparza, Tilarán, Cañas…formó bandas, escuelas de música, coros… qué talento y amor a la musa que dominaba su mente: la música.

A Abangares algún día regresó y se quedó para siempre. No olvido cuando me lo encontraba en la esquina del mercado, ya pensionado y retirado, comiendo una deliciosa cajeta, a escondidas de Marita! La diabetes no detenía lo que de goloso siempre tuvo!

Olvidaba contarles que de su amor con Marita, nació Jesús, quien heredó su talento musical y sigue los pasos de su padre. La Escuela de Música de Las Juntas lleva el nombre de don Jesús con mucho orgullo y para él, qu ien fuera Hijo Predilecto de Abangares, es este humilde y cariñoso homenaje!!

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