Doña Dora Amparo Bustos Duarte festejó un siglo y 5 años más, rodeada del amor y cariño de sus hijos, nietos y demás familiares en San Blas de Carrillo y con buena salud. En cada arruga de su rostro hay una Historia maravillosa.
Esta gran dama de la Zona Azul de la Península de Nicoya, aún sigue activa y prepara tanelas y rosquillas deliciosas, que obliga a los clientes a hacer los pedidos con mucha antelación.
El tiempo ha dejado huellas en su piel, pero también ha enriquecido su alma. En el confín de la pampa se oye el grito Guanacasteco del festejo de la feliz cumpleañera.
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