Primeros pasos de Abangares: Cacique Avancari

Eliett Montoya Gamboa. Educadora y escritora

Hoy sigue siendo tiempo de recordar lo nuestro. El 4 de junio es el aniversario de la fundación de nuestro terruño. Tierra ancestral que con sus ríos, montañas y quebradas, fue recorrida por aborígenes del cacicazgo de Avancari, Señor de las Aguas y los Esteros, en lengua náhuatl.

Las crónicas coloniales se refieren al valiente guerrero, pues en 1522 el conquistador Gil González Dávila visitó sus dominios en el sector actual de Abangaritos, en sus recorridos por el litoral Pacífico de nuestro país.

Existió en esa época de la Conquista del territorio una reducción indígena en la zona, con el fin de dominar a las tribus establecidas. Esto porque los indígenas huían por las montañas y era necesario lograr reunirlos para catequizarlos. Hablamos de la época  de inicios de los años 1600…

Los extensos territorios de Avancari, abarcaron desde la costa hasta las montañas, todo lo que ahora es Abangares. Testimonio de ello, son los enterramientos que la gente comúnmente llama huacas: tinajas, comales, objetos de piedra, especialmente los metates o piedras de moler granos como el maíz, se encuentran en las tierras bajas, las medias y las serranías.

En algunas fincas es posible encontrar petroglifos, con dibujos e inscripciones, que demuestran la presencia de los que nos precedieron en estas tierras. Han pasado cientos de años, desde que los poblados aborígenes desaparecieron por el impacto de la colonización, especialmente cuando los hombres eran llevados en barcos por el Golfo de Nicoya y el Océano Pacífico como esclavos a trabajar en las minas de Perú. Días de desesperación vivieron tanto ellos como sus familias… épocas de dolor y ausencia.

Barrido de especies como el palo Brasil, extinto en Guanacaste, porque los bosques de esta especie fueron llevados en balsas hacia otros destinos, por su apreciada madera. No solamente el impacto de las enfermedades diezmó la población, sino la angustia de perder su entorno.

Avancari jamás será olvidado. Es nuestro sello de identidad y se ve manifiesto en el uso de su nombre por los lugareños, para lucirlo en sus negocios.

Por eso hoy, rendimos tributo justo a su memoria, en este cantón que heredó su nombre. Orgullo de nuestra sangre chorotega. Imagen con fines ilustrativos.

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*