Esta vasija trípode figura a un jaguar, aunque la posición de sus patas traseras y delanteras emulan a las de un ser humano; razón por la que probablemente represente a un chamán durante un ritual de transformación y comunicación con su co-esencia y espíritu guía.
Esta interpretación se refuerza por sus motivos fantásticos pintados “tipo códice” en negro y rojo, de estilo e influencia mesoamericana.
La cultura de la Gran Nicoya se formó por la unión de grupos del Sur Chibchas (muiscas) originarios del altiplano cundiboyacense de los Andes y grupos chorotegas del Norte que emigraron desde Mesoamérica, entre los siglos VI y VII; lo cual muestra la interacción y diversidad cultural de los grupos INDÍGENAS presentes en el Pacífico norte de Costa Rica y sur de Nicaragua.Acervo del Museo Nacional de las Culturas, INAH – Oficial. Gerardo P. Taber, investigador del MNCM. Joaquín Vega. MNCM. INAH.
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