Unificar elecciones, retroceso democrático

Lic. Juan José Echeverría Alfaro Ex Presidente Ejecutivo del IFAM.

No han pasado ni diez años desde la primera elección de medio periodo para elegir a las autoridades municipales y ya hay diputados promoviendo (y casi aprobando) un proyecto de ley para volver a unificar las elecciones municipales con la nacionales, en donde elegimos a quien ocupará la presidencia y quienes llegaran a la Asamblea Legislativa.

Ningún país que se precie de ser serio,revoca procesos de este tipo que no tienen ni diez años de estar en ejecución. La separación de las elecciones municipales de las nacionales es una parte de un esfuerzo mucho mas grande, que como país emprendimos hace muchos años en la búsqueda de la mejora en la gobernabilidad. La descentralización del Estado y el fortalecimiento de las municipalidades, no son un capricho, son una solución ante la cada vez mayor incapacidad del Gobierno Central de resolver todos los problemas en todos los cantones del país.

La calidad de la Democracia no se puede medir contando votos o colones, es mucho más que eso. Comprendo la desilusión de muchos por el gran porcentaje de abstencionismo en las elecciones locales, yo mismo quisiera que fuera diferente, pero esa circunstancia no puede ser el argumento o excusa,
sobre todo de los partidos tradicionales y nacionales, para aprobar el cambio que ellos desean. Lo cierto del caso, es que gracias a la separación de elecciones, cuya primera experiencia fue en febrero del 2016, hace tan sólo ocho años, la ciudadanía tiene la posibilidad de conocer las opciones que se ofrecen en cada cantón y uno esperaría, que al menos los que si votamos, lo hagamos con la conciencia de elegir a las mejores personas. Si unifican las elecciones otra vez, nuevamente las candidaturas locales estarían invisibilizadas por la disputa presidencial y legislativa, volveremos al llamado de los partidos nacionales de “vote en las tres papeletas”, que ahora serian 4 y hasta 5 y no podríamos valorar las opciones que hay para nuestros gobernantes locales.

La descentralización del Estado ha costado mucho en Costa Rica, pues la clase política se ha negado a aprobar oportunamente los proyectos necesarios para lograrla. La separación de las elecciones costó décadas lograrla y ahora quieren volver al pasado, pues esto beneficia a los partidos nacionales y tradicionales. Nadie puede negar que hoy en día la calidad y preparación de las personas que llegan a las alcaldías y regidurías es mucho mejor que la de hace 20 años, e igualmente la calidad de los servicios municipales, pese a que falta mucho por mejorar, también es sustancialmente mejor que la del pasado. Eso obedece a varios factores, entre ellos a la separación de las elecciones municipales.

Todavía estamos a tiempo, no debemos precipitarnos, volver a unificar las elecciones sería un grave error, la separación lograda fue una apuesta a una visión de futuro diferente para la gobernabilidad en Costa Rica, lo prudente sería darle tiempo a ese futuro que aún no llega, para valorar con objetividad y responsabilidad, la importancia y resultados de este proceso.

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