Roto el cerebro. La vida también ¿Es la maldad, genética o adquirida?

Por Solón Chavarría Aguilar. Médico, escritor, político y diplomático

¿Dónde empieza la maldad de algunos seres humanos?

 

SEGUNDA PARTE

Además, si a pesar de estar cerca de los que están en la miseria volvemos a ver hacia otro lado como si ese no fuera nuestro problema, no nos queda más que aceptar nuestra parte de responsabilidad en la génesis de la maldad de la humanidad. Tengamos muy presente que, cuando el cerebro de un feto se desarrolla requiere de un
ambiente biológico sano y de un bálsamo espiritual. ¿Cómo se desarrollará un futuro ser humano en una matriz deficiente de oxígeno y falto de los requerimientos nutricionales adecuados ?. Además. ¿Cómo se desarrollará un futuro ser humano en un ambiente carente de amor?

Ahora sí genéticamente no viene bien dotado? Y si para colmo de males la futura madre en su estado gestacional ingiere licor, usa drogas, fuma y vive un ambiente familiar hostil. Qué vamos a esperar del futuro de esa criatura? Ese ambiente negativo en el cual crecen millones de seres humanos es la industria donde se fabrican e incuban el odio y la maldad. Todo esas deficiencias lo que hacen es “romper los cerebros fetales”. Esas son las noxas de las neuronas y sus dendritas que se dañan, desde la vida fetal del futuro ser humano y luego se irán a expresar en actos de maldad durante su vida terrenal.

Querer cambiar el rumbo de alguien que ha sufrido tanto en su vida fetal es como tratar de unir los múltiples pedazos de un plato roto. No es con más cárceles que vamos a limpiar la tierra de la inmundicia humana. Pues, cuando se establecen las medidas coercitivas ya podría ser muy tarde. Es con un desarrollo fetal óptimo y con un ambiente de solidaridad, bondad, amor y espiritualidad durante la existencia humana que podría prevalecer el bien sobre el mal.

Aquellos niños mal nutridos y sufridos fetalmente serán menos inteligentes y tendrán múltiples deficiencias mentales desde su formación neuronal a nivel fetal que, se expresarán negativamente durante su vida terrenal. Todavía, para colmo de males si su desarrollo infantil se da en un ambiente hostil: hambre, insalubre, sin adecuada educación y sin incentivos, el futuro de ese ser humano será sombrío, cargado de resentimiento y rencor. Más, si esos niños se desarrollan en un medio de marginación, fanatismos ideológicos, maltrato, violaciones y privaciones en general, la vida de ellos será llena de espinas y abrojos donde se cultiva y abona la maldad.

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