¿A dónde estaba Don Cupertino Briceño el 25 de julio de 1824?
Ciertamente entre los firmantes del acta de anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica del 25 de julio de 1824 no se encontraba Don Cupertino Briceño. En cambio, en ella si aparece su hermano Manuel. Esto ha llevado a algunas especulaciones.
¿Qué acontecimiento o circunstancia hizo que uno de los líderes de aquel movimiento no estampara su firma en tan importante documento? Pero antes de responder nuestra interrogante, cabe indicar que fue Víctor Cabrera su obra titulada Libro conmemorativo al centenario de la incorporación del Partido de Nicoya a Costa Rica. 1824-1924, quien promovió la información de la supuesta presencia de Don Cupertino en la fecha antes indicada cuando afirmó: “los vecinos de Nicoya, encabezados por su alcalde, Don Cupertino Briceño, y el cuerpo municipal, hicieron espontánea manifestación de agregarse al Estado de Costa Rica, haciéndolo saber así a las autoridades y concretándose ellas a dar cuenta de lo ocurrido a las supremas federales de Guatemala”.
Efectivamente, don Cupertino no firmó el acta de la Anexión, porque se hallaba de viaje por tierras colombianas realizando algunos negocios. Además de su faceta como político nicoyano, también se dedicaba a la venta de productos derivados de la actividad ganadera. Ciertamente, la cercanía al Golfo de Nicoya ponía en contacto directo a la élite ganadera con los mercados del valle central de Costa Rica y Panamá. Así las cosas, por allá del 25 de julio de 1824, don Cupertino se hallaba junto a Rafael Rosales y Manuel Aguilar en plena travesía en una goleta hacia Panamá y Colombia en aras de vender: baquetas, unto, carne de res y velas. Y es que justamente en el mes de febrero de 1824 su hermano el alcalde constitucional interino de Nicoya, Manuel Briceño, manifestó que: Concede libre y seguro pasaporte al ciudadano Cupertino Briceño y a dos compañeros que lleva en su compañía llamados Rafael Rosales y Manuel Aguilar, para que sobre la goleta panameña pase de Nicoya a los puertos del Chocó a expender unos quintales de carne, unto y jabón, como consta en la póliza que lleva.
Así las cosas, ya encontramos la razón por la cual Don cupertino Briceño, no firmó al acta de la Anexión. Y para el deleite de los lectores, acá les dejamos un fragmento del pasaporte de uno de los promotores directos de la Anexión del Partido de Nicoya en 1824.
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