Según los datos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el Fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) podría manifestarse con mayor fuerza a partir del mes de julio del presente año, y por lo que resta del mismo. Actualmente el país se encuentra en una fase de transición, sin embargo, la afectación de este fenómeno es progresivo, por lo tanto, las manifestaciones pueden presentarse incluso desde ahora.
Según la proyección del IMN, al menos para los meses de mayo, junio y julio se espera que tengamos un déficit hídrico y sequía en la Pacífico Norte, Zona Norte, Caribe y Valle Central, este escenario puede ir cambiando a lo largo de la temporada. En virtud de esto, el IMN ha declarado un estado de Advertencia de El Niño, por lo que la prioridad de las distintas instituciones del Estado debe ser garantizar el suministro de agua, la adecuada atención en problemas de salud y el apoyo a los productores agrícolas y pesqueros; esto con el fin de evitar situaciones que desencadenen en una emergencia extrema.
El déficit hídrico es uno de los efectos más prolongados del fenómeno de El Niño. Este efecto tiene implicaciones para diferentes sectores que deben ser atendidos; uno de ellos, es la escasez de agua para consumo humano y animal.
Ante la inminencia del impacto del Fenómeno de El Niño durante el año 2023 sobre el territorio nacional, la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) brinda
una serie de recomendaciones generales para orientar y fortalecer las acciones de prevención. Se espera que los efectos más importantes esperados en nuestro país estén enmarcados en los siguientes tópicos:
Reducción de agua: esto puede causar desabastecimiento o racionamiento en algunas regiones del país. Ante ello se recomienda generar campañas para utilizar adecuadamente el agua, tales como evitar lavar frecuentemente el carro o bien utilizar agua de la cañería para regar jardines y zonas verdes.
Exposición a los rayos del Sol: se recomienda a las personas no exponerse al sol ni a las altas temperaturas sin la protección adecuada. Si tiene mascotas, esté pendiente de ellas y no exponerlas al
sol de forma directa y mantenerlos en lugares frescos.Generación de energía: el posible descenso de los niveles de agua en los embalses puede generar una reducción en la energía eléctrica. Ante ello, recomendamos reducir el consumo eléctrico en las viviendas e industrias.
Enfermedades: la reducción del agua puede generar un aumento en los vectores de enfermedades trasmisibles y de alergias, tanto respiratorias como de piel, por lo que se hace un llamado a la
prevención en este particular.
Incendios forestales y contaminación ambiental: las altas temperaturas y la falta de lluvias pueden generar un aumento de incendios forestales, contaminación de fuentes hídricas y muerte de animales silvestres. Evite hacer fogatas o quemas en zonas agrícolas y bosques, ante cualquiera anomalía reporte al Sistema de Emergencias 9-1-1.
Agricultura: La falta de agua podría generar un riesgo directo en los cultivos, así como pérdida o reducción del abastecimiento de alimentos para ganado y otras especies.
Por lo tanto, se recomienda:
• Utilizar con eficiencia el agua disponible e implementar sistemas de riego controlados.
• Priorizar el riego en la siembra de los cultivos más susceptibles a la sequía.
• Contar con reservorios o tanques para almacenar el agua y suministrar el riego del cultivo.
• Almacenar alimentos y pasto, que permitan alimentar el ganado durante la época de seca
Cada institución involucrada debe generar un plan de acción acorde con el impacto esperado y con recursos propios tomar previsiones para mitigar el impacto del fenómeno en cada sector.
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