
Debemos al profesor Marco Tulio Gardela Ramírez el concepto de Guanacastequidad, que vino a colocar a Guanacaste en la vitrina educativa del Ministerio de Educación Pública. Antes de Gardela, el Mep concebía a Guanacaste como un lugar pintoresco, lleno de tradiciones y leyendas, nada más, y mencionada, únicamente, en las fiestas de la Anexión Con Marco Tulio, Guanacaste se convirtió en materia de estudio para las escuelas y colegios de la provincia, ya no solo como cuna del folclore, sino como una entidad con fisonomía propia, caracterizada por su rica herencia indígena y con una amplia producción literaria y artística y científica.
Guanacaste ha resurgido, gracias al empeño de Marco Tulio, que no descansó hasta que se incluyera el concepto de Guanacastequidad, con todo lo que ese concepto implica, en el currículo del MEP para estudiantes y profesores del país. Anejo a esta vivencia de la Guanacastequidad, surgió el lema: “Orgullosos de ser guanacastecos” que se les inculca a todos los estudiantes de la región, como muestra de que su provincia no desmerece en nada a las ubicadas en el Valle Intermontano.
¿De qué se puede sentir orgulloso un guanacasteco? De la rica herencia recibida de sus antepasados, manifestada en la música, el folclore, la comida, la literatura y las costumbres. La música es melodiosa y fuerte, vivaz y dulce, bullanguera y plácida. Se puede escuchar la fuerza de una parrandera, como El Bombetero de don Sacramento Villegas y la placidez de una melodía como Liberianita, de don Medardo Guido. Música para fiestas, para topes y montaderas, para noches de luna, dulces amores y recuerdos de tiempos pasados. Añoranza, de Pilarcita Rodríguez, es un claro ejemplo de un viaje hacia lo que se perdió con el paso del tiempo.
La cocina guanacasteca es sabrosa. No se puede utilizar otro adjetivo. Bien sabrosa: tamales, tortillas, gallinas arregladas, sopas y dulces de grato sabor, como el perrerreque y el piñonate. Playas hermosas, ríos inolvidables, llanuras que se confunden con el horizonte, volcanes bravíos y enérgicos. La flora y la fauna ostentan especímenes únicos, que deben ser preservados para el disfrute de las futuras generaciones.
Gracias a Guanacaste, Costa Rica recibe electricidad geotérmica, fruto de pozos construidos en las faldas del Rincón de la Vieja y el Miravalles. Con tanta producción, tanta belleza, tantos educadores excelentes y dedicados a su misión, tanta música y literatura…el guanacasteco debe sentirse orgulloso de su tierra, porque heredó de los abuelos una provincia única, irrepetible, grandiosa.
Be the first to comment