
Un territorio de gran valor económico, en población y múltiples prerrogativas, con la unión de los cantones de Bagaces, Cañas, Juntas de Abangares y Tilarán. En este momento de esta reflexión invito respetuosamente al lector a que se imagine el gran aporte de estos cuatro cantones a nuestra querida provincia guanacasteca. Resulta que, con la unión del cantón de Bagaces a la provincia de Guanacaste, por lógica, el volcán Miravalles pasó a formar parte de esta provincia, siendo este hoy en día una fuente de energía geotérmica muy importante.
Además, en sus faldas hay numerosos lugares turísticos de gran belleza. También cuenta con una bajura con proyectos de riego extraordinarios, aptos para la agricultura intensiva. Sus bosques y llanuras, donde históricamente la ganadería, ha sido fuente de trabajo, de alimento y de divisas para los costarricenses. Cañas, un cantón donde la agricultura con riego ha sido fuente inagotable de riqueza, no solo para sus pobladores, sino para todos los costarricenses. Tilarán, el cantón donde se ubica la laguna Arenal, proveedora de abundante agua para hacer realidad los proyectos de riego, motor de la actividad agrícola y ganadera de la región, y en buena parte para nuestro país. También se trata de un cantón en el que se genera gran cantidad de energía eólica, solar, lo cual, junto con la geotermia y otras, ha posibilitado que nuestro país cada vez utilice menos los biocombustibles para generar nuestra energía eléctrica. Y como resultado, menos contaminación de nuestro ambiente.
Abangares, un cantón muy conocido en su historia por las minas de oro que, ha sido fuente de trabajo para su población, la de toda la región, nuestro país y algunos países vecinos. En este cantón se ha extraído cemento a gran escala, lo cual ha sido fuente de trabajo importante para la región y muy útil en la construcción de casas, edificios y carreteras en todo el territorio nacional. A estas alturas de mi reflexión quisiera referirme al señalamiento de disconformidad de algunos guanacastecos (yo me incluyo porque cuando joven pensaba parecido), pues se ha reclamado por qué nos “quitaron” las tierras de Lepanto, Paquera, Cóbano y Jicaral y se las asignaron a la provincia de Puntarenas.
Al analizar la determinación de algunos gobernantes de Costa Rica, sobre el porqué en un momento dado decidieron agregar geográficamente los cuatro cantones de la altura a la provincia de Guanacaste, es cuando he logrado entender la importancia y conveniencia de la decisión que tomaron algunos políticos nacionales y regionales, sobre las reestructuraciones geográficas en mención. Claro que los costarricenses hemos tenido la oportunidad de analizar la historia de la conformación geográfica de nuestro país, ya sea en nuestro sistema educativo o por otros medios, pero como sucede en toda obra humana, muchos estamos de acuerdo y otro tanto no.
Como modo de conclusión y recomendación muy respetuosa, quisiera recordarles algo que todos sabemos de sobra, pero a veces nos embrutecemos por el poder político, lo económico y la fama, de tal forma que la brillantez de nuestro pensamiento se nubla o apaga, dejando para la familia, amistades y la ciudadanía malos recuerdos. Los costarricenses descendemos de gente muy inteligente, amante a la paz, libertad y democracia. Además, somos muy amigables con los seres humanos y el medioambiente. También nos caracterizamos por ser trabajadores y emprendedores.
En consecuencia, nuestra gran responsabilidad es consolidar y engrandecer todo lo que nuestros antepasados nos han heredado, con lo cual hemos constituido una nación grande, no en dimensión territorial, sino en patriotismo, pacifismo y espiritualidad. Estoy convencido de que entre los seres humanos y, por ende, entre pueblos, países y continentes debe prevalecer el respeto mutuo, la comprensión y la colaboración para que juntos, sin distinción de razas, religiones, condiciones socioeconómicas, ni poder político tratemos de respetarnos, ayudarnos mutuamente, viviendo en paz, democracia y libertad.
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