Los incendios provocan una pérdida de bosques histórica

Los tropicales desaparecen a un ritmo de 18 campos de fútbol por minuto

El aumento de grandes incendios provocó en 2024 una pérdida global de bosques en el mundo sin precedentes hasta alcanzar “máximos históricos”. Solo la desaparición de bosques tropicales primarios alcanzó los 6,7 millones de hectáreas, casi el doble que en 2023, ocupando un área del tamaño de Panamá. Esta cobertura arbórea se esfuma a un ritmo de 18 campos de fútbol por minuto, señala el análisis anual de Global Forest Watch (GFW), una plataforma que recoge datos mundiales sobre la situación de los bosques.

La disminución total de cobertura arbórea va más allá de los trópicos y se incrementó de forma global (además de los bosques primarios) un 5% con respecto a 2023: se acabó con 30 millones de hectáreas de masa forestal. Con estos datos, GFW concluye que los incendios han desplazado a la agricultura como responsable tradicional de las pérdidas de bosques primarios. Estos representan “casi el 50% de toda la destrucción”, mientras que en años anteriores solo era de un 20%.

La situación se complicó debido a que el año pasado fue el más cálido registrado hasta ahora: el calentamiento del planeta alcanzó por primera vez en un año el límite de 1,5 grados. Las condiciones extremas debidas al cambio climático unidas al fenómeno de El Niño hicieron que los fuegos fueran más intensos y difíciles de controlar. El Niño es un patrón natural que hace que las temperaturas de la superficie del agua en las áreas tropicales del océano Pacífico aumenten, lo que acaba teniendo efectos en el clima global.

La amenaza se cierne cada vez más sobre los bosques tropicales y no es una cuestión baladí por el papel fundamental que cumplen en la conservación de la biodiversidad mundial. “Son una gran fábrica de oxígeno y absorben buena parte del dióxido de carbono [uno de los principales gases de efecto invernadero] que se emite a la atmósfera”, señala la ONG conservacionista WWF. En ellos vive el 80% de los animales terrestres, la mitad de las especies animales y de plantas conocidas y son el hogar de muchos pueblos indígenas que dependen de esta selva.

Las consecuencias de la pérdida de vegetación son tremendas. “A nivel mundial, los incendios emitieron 4,1 gigatoneladas de gases de efecto invernadero, multiplicando por cuatro las emisiones de todos los vuelos que se realizaron en 2023″, señalan los datos de GFW. Además, empeoraron la calidad del aire, provocaron problemas con los suministros de agua y amenazaron la vida y los medios de subsistencia de millones de personas que dependen de este tipo de hábitat. Los incendios son naturales en algunos ecosistemas, recuerda la organización, pero en los bosques tropicales la deforestación es causada por el ser humano en su mayoría, bien porque se inician en tierras agrícolas o para preparar nuevas áreas de cultivo.

 

Edmar Barros (AP)

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