Los Cerros de Juan Díaz

Señor
José Manuel Peña
Periódico Anexión.
Mi muy estimable amigo.

 

Hombre Peñita, el otro día que anduve por los Cerros de Juan Díaz, me sabrosié con las linduras y los frescores que tienen esas zonas de las alturas nicoyanas. Si hom, me ajile con la cosa de ventiar el cacaste y con la misma visitar al buen amigo don Pánfilo Alvares que tiene una su finquita por el lao de Oriente. Si mi pápa, el pariente es uno desos guayacanes nicoyanos que andan por los cien años, tienen buena salucita y son tilintes como una coyunda. Comonó pito, clarito y lucido que dicen, reposado y profundo el hombre. Si hom, tiene una memoria desas que se acuerdan de todo, de gentes, historias, pasajes y ni se diga creyensas y secretos de conocencias viejas. Si hom, cerros y cerros de cuestiones y memorias de los tiempos diantes cuñao, vividas y otras muchas que le contaron sus parientes y los más viejos del pueblo. Que le digo pito, una memoria bien responsable, pero desas responsables cabito. Sacando alguito de la guaca desos recuerdos viejos memoriaba que cuando hicieron la casa de la culebra, encontraron pocones, pero pocones de grandes entierros.

Dese lugar mentaba decían muchas cuestiones, misterios como historias, encantos y leyendas. Eran desas grandes guacas con las que mucha gente se forjó, pero lo que dicen se abacanó sabroso cuñao. Cuestión igual que pasó legítimamente en muchas otras partes cuando guaquiaron toditos los entierros de las indiadas nicoyanas. A lo mismo mentaba, que siendo muy güilita, pero muy güilita, su abuelita se iba por el Cerro las Cruces con unas inditas que tenían oraciones viejas y al tiempo volvían con guacaladas de carne fresca y verduras siendo pleno verano mijito. Ponga cuidao. A él lo dejaban con otro indito pequeño debajo diun jícaro cosechero, con la cuenta que no tocaran ni trozaran la fruta, con la vaina que si apiaban algún jícaro, de viaje, pero de viaje perderían el camino de vuelta. Vea uste cabo, puramente historias viejas como las que le contaba a mi pápa el cieguito Otoniel Torres el eterno Nacume de la Cofradía, varón de pura sangre chorotega mi cabo. Comonó pito, vainas legitimas como muchas otras cuestiones mágicas de gentes que siempre contaban del Cerro las Cruces, ese cerro místico y cuascoto, ese eterno vigía que cuida cariñoso mi vetusta y venerable Nicoya. Ponga cuidao, ponga cuidao mi amigo.

Si hom cosalales platicamos con el pariente, como digamos la de los toros de la finca de San Blas. Asegun cuenta era de rigor quel primer toro que jugaran en las fiestas de Nicoya, debía montarlo nada menos y nada más quel puro mandador, el mayordomo de la finca del Santo, con la cuestión de garantizar el ganao que jugarían. El hombre tenía que ser tiquisque y tener buena pierna compañero. Ponga cuidao, ponga cuidao Peñita. Si señor, a lo mismo mentaba de las historias destos caseríos, de la gente que se afincó primerito, de las agriculturas y del ganao, de las aguas y nacientes, de los montañones y las montiaderas diantes, de los caminos, picadas y trillos del monte. El hombre era guáscaro vaquiano conocedor bien destos rumbos cabito. Mienta que antitos de la Esperanza, el camino se va dando vuelta por el Parque Diriá para luego apartarse cogiendo uno para San Juan y el otro para Arado de Santa Cruz. A lo mismo viniendo de Colas de Gallo, cogiendo por el lao de la Esperanza y siguiendo por Cerro Negro, la Virginia y Piedras Blancas, las gentes salen a la costa por el lao de Guiones, Ostional y Nosara.

Vea cabo, cenceño decía del bullón de los silencios, linduras de parajes y montes, entre cantos de chicharras y pájaros, bálsamos que dejan perdidos por ratitos las angustias y los pesares de la vida mijito. 2 Bueno, pero siguiendo con lo que traigo viera las vistadas que tiene Juan Diaz. Se miran paisajes muy lindos, los llanos y las bajuras del Tempisque, el Golfo, las serranías de Nicoya y Santa Cruz, pueblos y pueblos como San Juan, Arado, Santa Cruz y Quiriman solo por mentar algunos. Por cierto, cerquita está el Parque Diriá un gran tesoro que tenemos. No se diga una riqueza que debemos conservar a como dé lugar, con la vaina que no pase como otros laos que se están volando de cuajo las montañas y reservas cabito.

A lo mismo aflige duro la vaina de las gentes questan dejando las agriculturas por las cuestiones que los arrinconan de viaje cada día más cabito. Una tristeza pito, una tristeza pápa, pero con la esperanza en Diosito que los rumbos cambien pronto cabito, con la cuestión que cuando la de malas anda cerquita la de buenas no dilata en llegar compañero. El viaje lo hicimos con el Chulo Orozco el de la Cananga, el del cacao mico, bastante conocedor desta zona y con mucha conocencia de remedios para dolencias y padecimientos del cuerpo. Legítimos remedios caseros sacados de plantas que tienen las montañas destos rumbos cabito. Si hom, áhi caminaba el hombre y no paraba de enseñar de cuanta mata y cuanto palo topábamos en el camino. Vea cabo, vea que saber compañero. Especial el amigo, especial.

Si mi amigo entre una y otra, lueguito desta conversa rendidora que pegamos con don Pánfilo y ya con el crepúsculo de la tardecita agarramos el camino de vuelta, con la cosa quel pariente se recoge tempranito. Si hom dice que nunca trasnocha puramente como las mariolas quen la tardecita cierran la entradita y hasta el otro día salen con la alborada clarita que tiene el amanecer. Sanas costumbres desta gente pito, alimentaos la mayoría con maicito y frijoles, siempre trabajandito trajabandito, puras vitalidades que los hacen tayacanes de larga vida mi amigo. Bueno Peñita, lueguito ya con el trago del estribo aquí voy a dejar este mi escrito, en la esperanza que se deje venir un día destos para pegar bueyes y a lo mejor se lleve sus pipiancitos, sus rosquillitas y unos sus buenos tamales yoles mi amigo. Sí señor, y como dijo el compadre Cirilo, aquí dejo y aquí me arrebiato compañero.

Su amigo nicoyano
Crecencio Aguirre
Nambí de Nicoya
25 de mayo del 2025.

Aclaraciones varias.
Buena pierna. Buen montador
Cacao mico. Cacao silvestre.
Cacaste. El cuerpo.
Cananga. Barrio de Nicoya.
Cenceño. Triste, pensativo.
Conocencias. Saberes, conocimientos
Creyensas. Creencias.
Cuascoto. Persona que nace después de unos gemelos. Que tiene poderes.
Guaca. Entierro indígena.
Guáscaro. Fuerte, grande.
Guayacán. Personaje importante. Fuerte, duro.
Jícaro. Arbusto que produce jícaros, frutos que sirven para hacer guacales.
Mariolas. Abejitas silvestres.
Nacume. Jefe.
Pipianes. Especie de zapallos de color blanco y rayas verdes.
Tayacán. Personaje importante. Esforzado, valeroso.
Tiquisque. Tenaz, duro, fuerte.
Vaquiano. Guía, conocedor.
Yoles. Tamales de elote. Yoltamales.

 

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