Este libro nace como una apuesta por visibilizar las múltiples tonalidades que emergen desde Guanacaste: sus memorias, sus luchas, sus paisajes, sus cuerpos y sus sueños. Es una constelación de voces que se entrelazan desde edades, géneros y trayectorias diversas, haciendo del poema y del relato una herramienta de afirmación, de crítica y de pertenencia. Aquí, lo etéreo convive con la historia; la reflexión se funde con la emoción, y la palabra se convierte en puente entre generaciones y territorios.
El lector encontrará en sus páginas tanto el eco de la tradición como la provocación del porvenir, encontrará la literatura guanacasteca, desde sus voces jóvenes hasta sus autores consagrados, nos interpela con nuevas formas de mirar el mundo, de construir sentido y de afirmar pertenencias. Esta obra no se limita al pensamiento etéreo, es también un acto de resistencia cultural. Resistencia frente a los silencios impuestos por el centralismo literario; frente al olvido de las voces periféricas; frente a la homogenización de las narrativas nacionales recalcando siempre los símbolos eternos del pasado sin perpetuar la profundidad de sus complejidades, acciones, demandas y visiones de un Guanacaste que se dibujaba diferente.
En este libro se entreteje una cartografía poética que supera la nostalgia folclórica para posicionarse como propuesta estética sólida, como memoria viva y como semilla de futuro. Su valor agregado no es solo literario, sino cultural, histórico y filosófico. Leer Territorios Eternos es adentrarse en el alma plural de Guanacaste y reconocer que sus voces no piden permiso: se levantan con firmeza para ocupar, de una vez por todas, el lugar que les corresponde en el corazón de la literatura nacional.
Fuente Vera Vargas, ex viceministra de Cultura.
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