El Librito de San Blas

José Manuel Peña Namoyure
Periódico Anexión
Mi muy estimable amigo

Hombre mi amigo, el otro día buscando unas cuestiones en el tabanco no me voy encontrando nada menos y nada más que con el Librito de San Blas, el librito que escribió don Carlitos Arauz, el hijo de don Pepe Arauz, nicoyanos tilintes pero tilintes guáscaros para la escribidera de cosas criollas, cuestiones legitimas propias deste amado terruño Cabito. Comonó pápa, es un librito muy interesante dirían los chalanes, un trabajo que tiene todo lo del Santo San Blas, puramente un rescate grande de toda esta bella tradición, desde sus puros comiencitos hasta los meros tiempos actuales compañero.

Si señor, el librito trae la historia religiosa de Nicoya desde los chorotegas, la llegada del Santo a Nicoya, la evangelización católica, la parroquia de San Blas en 1544, considerada como el origen de la evangelización de Costa Rica. Ponga cuidao pito ponga cuidao pápa. Si hom, de igual forma viene en detalle la historia del Santo, un médico como pocos, un Santo varón, Obispo y Mártir que tuvo grandes virtudes de santidades cristianas, una vida ejemplar y un doloroso martirio sufrido por su guáscara fe.

Comonó pápa, un Santo milagroso de grandes prodigios, un Santo para los quebrantos de salud y las tranquilidades del espíritu, un Santo protector de la humanidad. San Blas como Santo Patrono de Nicoya, que comparte su patronazgo con la Señorita de Guadalupe, tiene sus celebraciones religiosas armoniosamente entrelazadas con las fiestas de Nicoya convirtiéndose en las Fiestas Cívico Patronales del cantón. Antaño las fiestas se hacían en el parque de Nicoya y áhi mismo estaban las montaderas de toros, los arreos, los caballitos, los chinamos, las fondas, las ceneras, los payasos, los juegos varios, las atracciones y las todas las actividades que tenían estas lindas las celebraciones. Gentillales de gentillales cuñao. Caballos ni se diga con jinetes chalanes por todo lao. Yo carculo que algo más o menos andaba parecido con los grandes tiangues o mercados que en ese mismo sitio con gran esplendor tenían los chorotegas para sus grandes fiestas del Sol.

San Blas es un santo peregrino que cariñoso recorre todos los pueblos, con rezos y celebraciones por doquier, devociones que culminan con una gran romería de gentillales que sale de los frescores de Juan Díaz, baja los cerros llenita de música y pólvora, entre rezos, plegarias y promesas de los devotos. Llega a Nambí y sigue por el camino de Sabana Grande y el Caimito hasta llegar a Nicoya el 3 de febrero el
puro día de San Blas. Si Señor, el santo patrono es venerado con una misa solemne de revestidos, una gran procesión, rezos, promesas, su buena pólvora, música parrandera, bailes y la gente esperando el reparto de los panes y las medidas, unos pancitos y unas cintitas de colores, bendiciones de San Blas para que no falte en el año la comedera y la salucita del pueblo nicoyano. Todo esto mi amigo viene bien detallado en el librito.

Por supuesto Peñita, no podía faltar la historia de la Iglesia de San Blas. La primerita hecha en el tiempo de la llegada de los españoles seguramente era de 2 horcones de madera, techo y paredes de palma silvestre. En los años siguientes estuvo hecha de materiales distintos como bajareque, adobe, madera, calicanto y más tarde piedra y techo de teja. En distintos tiempos varios temblores afectaron la iglesia, reforzada varias veces hasta llegar a la iglesia que tenemos que fue hecha de arena, piedra, cal y que según la tradición usaron también clara de huevo y leche para los amarres. Si hom, vea que el tiempo otros nuevos temblores fregaron la iglesia con tan graves daños que paso cerrada por mucho tiempo con la cuestión hacerle grandes reparaciones. Comonó pito, en un pasaje cuenta bien clarito el detalle histórico del templo. A lo mismo dice de la finca que tuvo San Blas, famosa por los toros que criaba, animales que gozaron de mucha fama ya que por mucho tiempo eran buscados para jugarlos en las fiestas de muchos pueblos. Si hom, decían las gentes quesas toretadas no conocían horquetas buenas Cabito. Ponga cuidao pito, ponga cuidado mijo.

Bueno mi amigo, que le parece el para mí y el para vos que le hice del librito, una pincelada, un apenitas cuñao, un barnicito, una pasadito de todas las grandes cuestiones que adornan la devoción de nuestro muy querido, de nuestro milagroso y muy venerado Santo San Blas, el Santo Patrono de los nicoyanos. Bueno mi cabo, ya buscando la picada dijo el compadre, aquí dejo estas letras, en la esperanza que pronto se dé su vueltecita, peguemos bueyes y a lo mejor coge sitio, platicamos más del Santo y ese otro día lleve sus buenas cuajadas y unas tortillas desas panzonas quecha la Melitina de mañanita. Si hom, por el momento y contento de volverlo a saludar se despide su siempre amigo nicoyano.

Crecencio Aguirre Rosales
Nambí de Nicoya
21 de febrero del año 2025

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*