Con un grito profundo y prolongado, que se escucha por todos los confines de Guanacaste, se pide al ministro Mauricio Batalla, la urgente intervención de los dos puentes que se ubican en Guardia de Liberia, a pocos kilómetros del aeropuerto internacional Daniel Oduber Quirós, en ruta hacia la Península de Nicoya.
Ahí funciona un paso vehicular, cuyo piso se deteriora a cada rato y eso provoca un latente peligro y tremenda espera al pasar despacio la enorme fila de carros. Algunas personas evocan el famoso puente de la Platina, cerca de San José, que duró años de años para que lo dieron un arreglo decente y útil.
Desde la época de la tercera administración del presidente Ricardo Jiménez, se construyó un puente que aún está ahí a la par del que está en uso y es un clamor popular, que con unos arreglos, perfectamente podría ser una alternativa eficaz. Es importante resaltar que la ruta que va desde Liberia hasta Filadelfia y otros ramales, es un caos permanente por el gran flujo vehicular, al punto que lo que se puede transitar en pocos minutos, se convierte en un calvario de horas.
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