Las fuertes y permanentes lluvias que cayeron casi las 24 horas del día durante dos semanas, dejaron grandes destrozos y pérdidas materiales, que poco a poco se irán reponiendo con el temple, fortaleza y amor por la vida de quienes sufrieron ese temporal implacable. Atrás quedaron los cultivos, los animales fuera de ambiente natural y por encima de todo, muchos centenares de familias que perdieron todo cuanto tenían en sus casas.
La generosa ayuda de los cuerpos de socorristas de bomberos y la Cruz Roja, así como 300 rescatistas de El Salvador y personas solidarias que arriesgaron sus vidas, fue clave para lamentar pérdidas humanas. Las autoridades meteorológicas, informaron que los guanacastecos recibieron cerca del 83 por ciento de las lluvias que caen en un año y ese fenómeno afectó mayoritariamente a cantones como Carrillo y Santa Cruz, aunque toda la provincia sufrió esas precipitaciones anormales.
El presidente Rodrigo Chaves y su equipo ministerial, visitaron Guanacaste para constar la cruda realidad vivida y ahí mismo giró instrucciones para que sin nada de burocracia se hiciera un inventario de los daños y programa la ayuda en diferentes campos.
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