En el Bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya

Por Eliett, Montoya Gamboa. Educadora, escritora

Las verdaderas dimensiones de la Anexión, en parte del territorio de lo que sería el Departamento de Guanacaste desde 1835, se perfilan hasta después de la celebración del Centenario de ese hecho histórico en 1924.

El significativo aporte de un grupo de insignes escritores, va a permitir visualizar la identidad regional de esta parte del territorio costarricense, por medio de sus creaciones literarias, que enarbolan la bandera del regionalismo e identidad del guanacasteco. Surgen con fuerza los personajes propios de las grandes haciendas, herencia colonial, con el sabanero, la cocinera, el piangüero, el salinero, la costa, el Golfo de Nicoya, los rugientes volcanes de la hermosa Cordillera de Guanacaste, la pampa, el coyote, los congos bramadores, la coyolera, la milpa y el cañal.

María Leal de Noguera, con sus Cuentos Viejos y el tío conejo, supo imprimir ese sello propio de las tradiciones orales, presentes en los coloquios de los arrieros y boyeros, al calor de las fogatas. Viajes interminables en carreta le dieron sabor a nuestra amada tierra.

En los distintos rincones voces lanzan la identidad al viento! Héctor Zúñiga con su guitarra y su Amor de temporada, Medardo Guido con su violín en Bagaces imprime su aporte en el Espíritu Guqnacasteco, Miguel Ángel Vidaurre canta con sus poesías a las Hadas precolombinas, amoríos de zarza y güizcoyol.

Hernán Elizondo deshoja el dolor del pampero pobre y desamparado en su novela Memorias de un pobre diablo, reflejando la problemática social de
los peones y sabaneros. Canta Jesús Bonilla su Luna Liberiana… Lía su hermana, recoge las danzas ancestrales de los bailes regionales con la majestuosidad de los verdaderos trajes típicos. Sacramento Villegas con su amado violín deshoja su Murciélago y su mar.

En Cañas teje sus poemas Gerardo Gómez en largas tardes literarias con Luis Marín. Mientras en Abangares escribe sus vivencias Ofelia Gamboa, enalteciendo al minero, que irrumpe desde fines del siglo XIX, en los socavones de las minas. Y cantan todos en el mismo idioma, preciosas e inolvidables odas al Guanacaste que aman…

Por fin se reúnen todos en Abangares y forman el primer grupo literario de la provincia: Asociación Guanacasteca de Autores, AGA, a inicios de los sesentas. Tuvieron el mérito de darle un lugar preponderante a Guanacaste, darle presencia con sus publicaciones en periódicos y revistas, esfuerzos enormes, que dieron fruto.

Por fin los ojos del resto del país se fijaron en este hermoso patrimonio, de esa herencia que conforma el ser guanacasteco, que como el que más enriquece al patrimonio nacional.

Por esos esfuerzos y su nobleza de corazón, es que hoy en el Bicentenario de la Anexión, hacemos este homenaje a todos esos autores literarios de nuestra tierra, que se encargaron de divulgar la esencia de Guanacaste!

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