En un evento destacado recientemente, se presentaron los primeros logros del proyecto: “Aumento de valor del bosque natural secundario mediante su uso sostenible generando empleo rural en un contexto post COVID”. Esta iniciativa, liderada por la Cámara
Forestal Madera e Industria de Costa Rica (CFMI), en colaboración con el Gobierno de Japón, el Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica (MINAE), y la Organización Internacional de la Madera Tropical (OIMT), tiene como objetivo principal impulsar la conservación y el uso sostenible del bosque secundario en el país.
Con el apoyo de la empresa consultora nacional Carbon Revenue Services, la iniciativa centra sus alcances en las regiones Chorotega y Huetar Norte, áreas estratégicas para la conservación del bosque secundario y sus distintos servicios ecosistémicos. “El proyecto ha alcanzado importantes avances en la implementación, centrándose en la generación de empleos en áreas rurales y el desarrollo comunitario”, destacó Jaime Sotela, presidente de la entidad forestal.
Cobertura fragmentada
La alianza estratégica entre los diferentes actores, incluidos la Comisión de Desarrollo Forestal de San Carlos (CODEFORSA), MINAE, el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y la Universidad Nacional (UNA), destaca el compromiso multisectorial. Durante una sesión de evaluación se presentaron los resultados preliminares y las etapas concluidas con éxito hasta la fecha, que representan un 70% de los resultados esperados.
La participación de líderes sociales y representantes académicos subraya la importancia de establecer sinergias y puntos de encuentro para la gestión efectiva del bosque secundario. Destacan como parte de los resultados alcanzados el análisis geoespacial y de composición florística del área de influencia del proyecto, se evidencia que la cobertura forestal se encuentra altamente fragmentada, con superficies promedio de menos de 50 hectáreas.
La caracterización general del ambiente permitió identificar unidades de paisaje productivo en los cuales se han seleccionado nueve especies arbóreas con potencial para el desarrollo de productos maderables.
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