Un grupo de 10 familias vecinas de Río Grande de Paquera, creyó en ellos mismos, a pesar de las pocas posibilidades de empleo y oportunidades en la zona y contra todo pronóstico, iniciaron su proyecto de cultivo y venta de hortalizas.
Algunas personas al inicio no creyeron en su emprendimiento por ser una zona caliente, donde este tipo de producción no es tan común. Hoy cuatro años después de iniciada la aventura, cuentan con el apoyo del Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), entidades que les apoyaron con capacitaciones y hasta una moderna estructura para el desarrollo de su iniciativa.
“Para la mayoría de nosotros era muy difícil trabajar, más por la edad que uno tiene. Así que comenzamos a experimentar con la lechuga y hacer
pruebas con microtúneles. Dos de las familias nos prestaron su tierra para trabajar y logramos que incluso el hotel Barceló nos comprara la producción, hasta un chef vino aquí a realizar inspecciones.” indicó doña Seidy Ramírez, de la organización de productores Hortifrutas de Río Grande de Paquera.
La organización también vende su producción en la zona de Paquera y hasta realizan servicio de entrega exprés de productos como lechuga, pepino, cebollino, chile dulce y culantro. Además, les compran a sus asociados la producción de guayaba que se vende tanto en hoteles, como a las personas interesadas.
Producción diversificada
“Este proyecto busca alternativas económicas para la comunidad, las cuales son muy pocas, por eso este grupo de personas se organizó para aprender de la producción de hortalizas y sus mercados locales. A ellos el Inder les entregó un invernadero de 1200 metros cuadrados, bajo la modalidad de llave en mano para que pudieran expandir su negocio en el mercado de la zona que es muy turístico, con productos frescos.” indicó Marcela González, jefa de la Oficina del Inder en Paquera.
El beneficio, que requirió una inversión de 30 millones, se entregó mediante el servicio del Inder denominado “Fomento a la producción y seguridad alimentaria”, que está orientado a proporcionar apoyo técnico y capacitación, como medidas que contribuyan a satisfacer las necesidades alimenticias de las familias de los territorios y también apoyarlos para que se conviertan en pequeños empresarios rurales.
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