De corrales, barreras y redondeles…

Autora. Dora María Quesada Vanegas. Educadora y escritora. Colaboración de Mario Fennell Montoya.

Historia de la montadera: desde tiempos de los señores feudales( autoridad máxima de las comarcas, con mucho poder político en España), ellos montados a caballo enfrentaban a los toros en la plaza, mientras que  los plebeyos lo hacían a pie.

Recordemos que pertenecíamos a la corona española, por lo que rápido se adaptó esa costumbre en nuestras tierras. A finales del siglo XIX y principios del XX, ya se hacían corridas de toro en diferentes lugares de  San José, como Parque Morazán, La Sabana, Plaza González Víquez, quedando años después  solamente las de Zapote.

Existieron diferentes tipos de monta, ideadas especialmente por nuestros antecesores precolombinos, tomando en cuenta en el montador su contextura física, estatura y otros atributos.

Los aborígenes llegaron a utilizar cuatro formas de monta de toros:1—guapeado, se daba si el toro era grande.2— Cara pꞋatrás, se hacía con toros livianos. 3—Con albarda de cuero crudo, para lograr mayor estabilidad y seguridad.4— Monta con pretal y espuela rústica, para establecer una mayor sujeción en los pies.

La montadera quedó como  tradición de la herencia colonial y de la influencia de los trabajadores traídos de Chontales ( Nicaragua), a las fincas ganaderas aquí en Costa Rica en esa época. Se dice que las primeras montas al no haber corrales ni barreras, los peones hacían un círculo acorralando al ganado, si un toro se salía entonces el peón que lo lazara, tenía derecho a montarlo y si le hacía la pega, se lo daban de regalo. Esta actividad fue cogiendo auge en las demás haciendas, creando competencias de montas entre ellos. En adelante se fueron desplazando a los pueblos.

Montadores: los hombres, que son la mayoría en montar, generalmente son  rudos, valientes, capaces de desafiar con hombría al toro. Al principio no se les exigía casco protector ni seguros o pólizas, hoy en día sí. Antes acostumbraban los montadores pasar  con un sombrero a los tablados a pedir ayuda económica, ahora no, porque les tiene su paga.

En Guanacaste solamente en Santa Cruz y Liberia tienen la costumbre de hacer las barreras muy típicas, las arman cada año y las desarman terminadas las festividades.

La monta en Las Juntas de Abangares: antes del año 1970, ya se montaban toros en barreras improvisadas, primero las hicieron donde es hoy el Parque Central, después donde estuvo la Clínica del Seguro Social y por último donde es hoy el Barrio Taiwan, Estas barreras están entre las primeras que hubo en el país ¡interesante!

Digno de mencionar es que, los futuros montadores, practicaban en fincas de dueños que les permitían hacerlo, como fue la de don Jesús Jara en el Barrio Santa Lucía, en la finca La Culebra de Juan Bonilla, de Abangares y otras.

El Redondel de Las Juntas de Abangares: con la llegada del sacerdote Juan Manuel Navarro venido de España, reunido con vecinos cooperadores a las intituciones más necesitadas como la Iglesia y el Asilo de Ancianos, entre ellos: Paco Vargas, Luís Lara, Armando Salas le propusieron hacer montas para recaudar fondos, ellos querían las barreras improvisadas como en Santa Cruz pero, propuso el cura que mejor Redondel como en España, así se hizo. Fue una novedad para el pueblo junteño y todos los que pudieron se dieron a la tarea de colaborar, unos laborando en la estructura como los señores, José Luís Solano, Nachón, Álvaro Araya, Pizote,Neno Quesada, Memo Zorro, Pastora, Caritín, Alfredo Chavarría, y muchos más. Otros ayudaban con alimentación para los trabajadores, otros regalaban material entre ellos Gore Segnini, Chichí Matarrita, Juan León y desde luego el pueblo en general. Para el año 1977, un 23 de abril día del santo patrono se inauguró. Fue un llenazo.

Abangares, cuna de valientes montadores: Pastilla, Ñigo, Jaibo, Pastora,Espuelitas de Oro, Ferdi, Javier y Leonel Ortiz, Veranera, Cáscara, Mapachín, Pizote, Mentira Fresca, Cuascote, Rocha, Piano y Juan Vega, Bolsa, Melcocha, Carne de Chancho, Rabo de Yegua y más.

Carlos Alberto, más conocido con el mote de “Pastilla”, ha sido uno de los montadores de mayor relevancia en Abangares. Capaz de bajarse del toro montado y cogido del pretal  se volvía a montar, En otras ocasiones se pasaba del lomo del toro al pescuezo, ¡tremenda proeza!, sólo para arriesgados montadores de su talla.

Vaqueteros: Chandi, Pichocha, Macho Carballo, Pinel, Pelón, Sapón, Mónico, Pitito y otros.Alistadores de toros: Bonifacio, Pizote, Tijo y más. Abría el portón al grito de ¡puerta! Chico Cuita.Lazadores: Lelo Morera, Cabo Segnine. Abangares se sitúa, entre los primeros en organizar grupos de montas y llevarlos a otros lugares.

Curiosidades: –el Redondel de Cañas Guanacaste, se inauguró en el año 1972.

–El Redondel de Abangares se inauguró en el año 1977.

–Del año 1920 al año 1922, estuvo completamente abandonado el Redondel de Abangares.

–Este año 1923, se formó la Asociación Ganadera Independiente de Abangares y  ellos con un préstamo de 30 millones de colones  reconstruyeron el redondel, por lo que la Municipalidad de Abangares les dio 10 años de gracia a ese grupo, para que lo administraran. Dicha Asociación se ha preocupado por traer toros bravos y dar el mejor espéctaculo taurino.

–El mexicano George Paul, nacido en 1947 ha sido el único hasta la vez en lograr 79 montas consecutivas en competencias profesionales sin ser derribado por el toro..

— Los que dicen que la mujer es sexo débil, están equivocados, al inicio de las montas improvisadas en Abangares hubo una señora valiente que bien montaba  tanto a caballo,  como novillos y hasta se metía a la plaza a querer sortear los toros, en algunas ocasiones le gritaron:- ¡fuera, fuera, vaya a rezar el rosario!

–Muchas muchachas del pueblo en Abangares se enamoraban de los montadores, por su fuerza, valentía, además que eran buenos a la bailada, pasadas las fiestas, se les veía “muy gorditas”-

Al inicio de las montaderas paseaban el ganado a pie, resguardado por buenos sabaneros pero se escapó un toro grande y cachudo, al cual llamaban ¡Santo Dios” y anduvo corneando a una mujer bajureña, desde entonces a ella la bautizaron con el sobrenombre del Toro.

— Cuentan que, cuando estuvo el sacerdote Navarro al mando de la Parroquia de Abangares, en un  desfile de caballos, comenzó a llover y muy tajante dijo:- aquí se termina este desfile, cada uno para su casa.

 

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