Respeto y Dignificación para las Personas Adultas Mayores en Guanacaste

Por Dr. Fernando Morales Martínez*

Es nuestra obligación como costarricenses y como ciudadanos de la zona azul, tener un gran respeto y sobre todo dignificar a nuestros ciudadanos distinguidos. No es cualquiera que llega a edades mayores habiendo superado con grandes sacrificios personales y familiares, dejar una estela de logros que han servido de plataforma para los jóvenes de hoy que les permite progresar con más facilidades que en el pasado y que sean personas de bien.

Cuando nos referimos al edadismo como concepto polifacético, que implica tres dimensiones: cognitiva (estereotipos); afectiva (prejuicio); y conductual (discriminación). La dimensión cognitiva engloba los estereotipos negativos sobre el envejecimiento. Los estereotipos se activan cuando no se consideran las características específicas de los adultos mayores, los mismos pueden generar etiquetas que llevan a separar a las personas en diferentes categorías y activar creencias que desprecian a los sujetos y provocan consecuencias negativas en diferentes áreas de la vida. En el contexto de los servicios de salud, se conocen los efectos de los estereotipos, prejuicios y discriminaciones que experimentan las personas mayores y restringen el acceso a la atención en salud, el diagnóstico y el tratamiento, y que se asocian significativamente con peores condiciones de salud, indican disminución de la longevidad, la baja en la calidad de vida, el bienestar y las conductas de riesgo para la salud; así como, de malas relaciones sociales, enfermedades físicas, mentales y deterioro cognitivo.

 

Efectos del edadismo en la salud

El edadismo tiene una grave repercusión en todos los aspectos de la salud, que la OMS define como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente como la ausencia de afecciones o enfermedades. Es un determinante social de la salud importante que, hasta ahora, se ha tenido poco en cuenta. Sus efectos en la salud son de un grado similar, si no superior, a los que tiene el racismo, una forma de prejuicios y discriminación cuyas consecuencias en la salud han sido ampliamente estudiadas.

Puede tener un impacto de gran alcance en la calidad de vida general de las personas mayores y puede afectar también aspectos específicos de su bienestar social. Por ejemplo: el edadismo puede conducir al aislamiento social, a la soledad y puede limitar la sexualidad de las personas mayores. También puede asociarse en ellas a un mayor temor a la delincuencia y un aumento del riesgo de sufrir violencia y maltrato en todas sus expresiones. Las estrategias incluyen intervenciones educativas por medio de la educación para la salud, campañas de concientización, actualización del conocimiento científico y ampliación de los canales de comunicación locales entre personas mayores y profesionales de la salud.

Con todas estas realidades que recoge el edadismo, se hace mandatorio hacer un esfuerzo en la formación de nuestros jóvenes para combatir este flagelo. En la formación de nuestros jóvenes se debe iniciar inculcándoles el respeto, la consideración en el seno de los hogares de nuestra provincia de Guanacaste, así como usar todas las estrategias para evitar y tratar las consecuencias tan negativas e inhumanas que sufren nuestras personas adultas mayores.

¡Honremos a nuestros adultos mayores!

•El autor es Médico en Geriatría y Gerontología. Ph. D en Ciencias y Humanidades. iembro Honorario de ACANAMED y Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica.

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