Separar los residuos sólidos ordinarios que se generan en el hogar y clasificarlos no es una tarea cotidiana para el 57% de las personas encuestadas por parte del programa Horizontes Ambientales del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) de la Universidad Nacional (UNA).
Entre las razones por las cuales las personas no tienen el hábito de separar estos residuos se debe a la ausencia de una ruta de recolección de reciclaje e incluso a la dificultad de cambiar las costumbres de las personas. Otras respuestas señalan la falta de conocimiento y de tiempo.
Esto se da a pesar de que el 52% de la población sí recibe, en su comunidad, el servicio de recolección de residuos valorizables, conocido como reciclaje. Estos son parte de los resultados del informe Conocimiento y prácticas de la población sobre la gestión integral de los residuos sólidos ordinarios y de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en Costa Rica. A pesar de que más de la mitad de la población no practica la separación y clasificación de residuos sólidos ordinarios, una gran mayoría (el 95%) considera que es importante entregarlos limpios, secos y separados. Otro 15% expresó que “da igual no separar porque eso lo hacen en los puntos de recolección” y un 10% dijo “da igual no separar porque al final todo termina revuelto”.
En términos generales, la encuesta reveló que existe un amplio desconocimiento acerca del uso del concepto de residuo sólido ordinario. Mientras que un 30% lo cataloga como “basura”, otro porcentaje similar dijo no saber. Solo el 2% brindó una respuesta acorde a lo que establece la Ley 8.839 para la gestión integral de los residuos.
Proceso de descomposición de residuos
En cuanto a prácticas que suelen implementarse, existe amplia conciencia (95%) de que algunos residuos sólidos pueden recuperarse para ser transformados en otros materiales. Para el 90% de los encuestados, algunos de los restos de comida se pueden descomponer para el proceso de compostaje. En valores inferiores, algunas percepciones muestran la otra cara de la moneda. Un 43% estima que es mejor comprar un artículo nuevo que reparar algo dañado, mientras que un 19% estaría de acuerdo en que se acepten bolsas plásticas al hacer las compras, “a pesar de que se prohíbe la comercialización y entrega gratuita al consumidor final en supermercados y establecimientos, tal como lo indica la Ley No. 9.786, para combatir la contaminación por plástico y proteger el ambiente,”, indica el estudio.
En lo que respecta a la disposición final de residuos orgánicos, un 45% los utiliza para compostaje, otro 29% los entierran o los utilizan para las plantas, un 15% son para animales y otro 4% los entregan a las municipalidades, de manera separada. “Alrededor de 7 de cada 10 personas realizan acciones en las cuales a los rsiduos orgánicos se les brinda un manejo diferenciado, dado su proceso de descomposición. Esto es un escenario favorable en vista de que estos residuos son los más generados en los hogares”, precisa el estudio.
La misma investigación determina, y de acuerdo con datos del Ministerio de Salud al 2023, que un 53% de los residuos generados en los hogares son orgánicos. La encuesta se llevó a cabo del 7 al 17 de junio de 2024 desde el Centro Tecnológico de Investigación Social (CETIS) del Idespo. Posee un 95% de confianza con un 3% de error de muestreo y abarca al 98% de la población. El cuestionario se construyó con apoyo del Ministerio de Salud, el Ministerio de Ambiente y Energía y el proyecto Residuos Electrónicos América Latina PREAL-Costa Rica.
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