Hospital De La Anexión: la más grande revolución médica, social, cultural, económica/financiera de la Península de Nicoya

Por José Manuel Peña Namoyure, periodista.

Foto CCSS

Hace 50 años abrió sus puertas este centro médico, en un bello edificio que le dio a la pequeña y bucólica ciudad de Nicoya, un aire de grandeza arquitectónica, estética y urbanística. Sin duda, un moderno hospital construido por la Caja Costarricense de Seguro Social, mediante un préstamo procedente de Alemania. El lujoso y amplio inmueble pasó mucho tiempo abandonado, sin que se le diera el uso requerido.

El 25 de julio de 1974, el licenciado Daniel Oduber Quirós, llegó 2 meses y 17 días tras su investidura como Presidente de la República. Cuando se bajó del carro en el parque Recaredo Briceño me dijo: vio cómo nos costó llegar y es que yo había estado muy cerca en su campaña presidencial de 1973, donde incluso, tuvo la generosidad de ponerme en la lista de oradores en actos públicos masivos.

Fiel a su clásica puntualidad, llegó con bastante tiempo para los actos oficiales. Ahí lo abordaron monseñor Román Arrieta Villalobos, obispo de la diócesis de Tilarán, los diputados Armando Arauz y Mario Arredondo, sus amigos Máximo Zúñiga, José Chepe Campos y otros nicoyanos. Le pidieron que fueran a ver una obra especial e importante y lo llevaron a las instalaciones del hospital, donde quedó admirado y maravillado de ver tan gigantesca obra en desuso.

De ahí se fue al gimnasio del Liceo de Nicoya, para presidir la celebración de los 150 años de la Anexión. Era también el homenaje al doctor Francisco Vargas Vargas, líder del Partido Confraternidad Guanacasteca, que junto a miles de guanacastecos se unieron para protestar por el abandono de los gobierno del Valle Central, a una región que se unió a Costa Rica por su propia voluntad.

El presidente Oduber pronunció un bello discurso y fue como su Testamente de amor profundo a Guanacaste. Ahí habló de su visita al hospital y fiel a su estilo pragmático y ejecutivo, ordenó al doctor German Weinstok, ministro de Salud, al licenciado Genaro Valverde Marín y doctor Guido Miranda Gutiérrez, presidente ejecutivo y gerente médico, respectivamente. Que como homenaje a Guanacaste y al doctor Vargas Vargas, pusieran a funcionar el hospital con todos los servicios para atender a los habitantes de la Península de Nicoya.

Los tres altos funcionarios se pusieron manos a la obra y empezaron por buscar un Director, un Administrador y un Jefe de Personal, como puntales para todo el gran desafío. Desde Turrialba se trajeron al doctor Danilo Flores Cárdenas, nicoyano, ex diputado, graduado en Chile para la Dirección.

Desde San Carlos trajeron a un brillante administrador, don Carlos Luis Rodríguez Espinoza. Y desde Liberia a José Manuel Peña Namoyure, que había realizado una pasantía en administración de personal. Fue un trabajo muy arduo y fascinante, reclutar personal de la zona para los diferentes servicios y a decir verdad, esa gente criolla respondió con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación.

Miles de historias y episodios vivimos en esos inicios del hospital De La Anexión y con ello, se abrieron las puertas a miles de habitantes de los cantones y distritos peninsulares. Es importante resaltar que la economía de la zona experimentó un salto gigantesco con una planilla mensual de varios millones de colones. Lamentablemente aún no se ha escrito la historia de este nosocomio y es tema para una tesis de licenciatura en varias ramas sociales.

Apunto con cierta tristeza y coraje, que las autoridades de la Caja celebraron el medio siglo del hospital y no tuvieron la decencia de invitar a ex empleados que dieron todo su esfuerzo para sacar adelante esa gigantesca misión médica y social. Pero por encima de esas veleidades, existe la convicción que todos cuantos fuimos empleados, dimos un aporte para consolidar el querido y amado hospital De La Anexión.

Bueno recordar para la historia y que se haga justicia

Un préstamo alemán hizo posible que Nicoya tuviera un edificio moderno y fuera realce estético y arquitectónico, varios años estuvo vacío y la población con necesidad de servicios médicos. Ya que únicamente funcionaba la Unidad Sanitaria, en el edificio donde se firmó el Acta de la Anexión hace 200 años. Ahí trabajo el doctor Claudio Guevara, padre del ex diputado Otto Guevara. También dio su aporte el médico nicoyano, Francisco Rodríguez Varela, hermano del ex ejecutivo municipal, Marvin Rodríguez Varela. Ahí atendió a los pacientes el doctor Víctor Manuel Monge Segura. Y el último fue el médico nicoyano Javier Yokchen Sanchún.

Los galenos Guevara y Yokchen están vivos y se les debería hacer un homenaje por parte de la municipalidad. En la Unidad Sanitaria que pertenecía al ministerio de Salud, dieron su gran aporte varias enfermeras, entre ellas, Claudia Calvo y las nicoyanas, Cecilia Díaz y Gerardina Cárdenas. También debe mencionarse a algunas auxiliares de enfermería, como Vilma Campos, Aracelly Castrillo y otras damas.

Los doctores Aquiles Leal Gómez y Aaron Elizondo Pérez, también dieron su aporte a la salud de los habitantes de Nicoya y lugares aledaños, con sus clínicas privadas. Ambos eran oriundos de Santa Cruz. Fue una revolución la puesta en marcha del hospital De La Anexión, que no fue el 26 de julio de 1974, como erróneamente se dijo en un acto de celebración por parte de los actuales funcionarios del nosocomio, donde por cierto, no se invitó a los ex empleados vivientes, que son muchos.

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