En un clásico ejemplo de solidaridad comunal, la fuerza que brota de las entrañas del deseo de progreso y superación de los pueblos, muchas veces olvidados de los políticos municipales, que sólo en época electoral llegan a ofrecer el oro y el moro, cuál San Nicolás navideño, los pobladores de Santa Rita de Sardinal.
Con desprendimiento donaron materiales y la mano de obra que dio como resultado el arreglo de la calle que conduce a los centros educativos, porque la empresa autobusera dejaría de ingresar y con ellos los alumnos hubieran perdido lecciones y hasta el año escolar.
La grandeza del desarrollo comunal que brota desde la raíz de los pueblos en forma espontánea y con el deseo de tener mayor progreso y desarrollo, es vital para la democracia costarricense.
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