En un lapso de tres años, Mainor Díaz, rompió en mil pedazos el mito que “nadie es gallo en su patio”, al llevar a la primera división del fútbol tico a la Asociación Deportiva Guanacasteca (ADG) y ahora al Municipal Liberia.
Este nicoyano, oriundo de la comunidad de Acoyapa, salió de su pueblo hace varios años en virtud de su talento, destreza y olfato de goool, para jugar con éxito en varios clubes del balompié mayor y ganarse una fama que está en las estadísticas.
Pese a que tenía cuerda para seguir jugando, optó por salir y meterse a estudiar en la carrera de Entrenador, con lo cual combinaba la teoría con la práctica en los terrenos de juego.
De modo que asumió en la ADG y lo pasó de segunda a primera, donde por cierto no se le reconoció ese éxito, ya que poco tiempo después fue cesado por malos resultados temporales.
Y luego llegó a Liberia hace pocos años, para hacer un trabajo minucioso que lo llevó a alzar la Copa de Campeón del 2022.
“Dios me dio la bendición de clasificar a los dos equipos de Guanacaste en tres años”, dijo emocionado un feliz Díaz en medio de la algarabía por el campeonato.
Ahora, cuando jueguen los dos equipos de sus amores tendrá sin duda, “sentimientos encontrados”, pero por encima estará su profesionalismo.
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